Los proyectos de infoarquitectura o infografía 3D se realizan a través de un flujo de trabajo cuyos puntos principales es importante al menos conocerlos a la hora de contratarlos. Son los siguientes:
Modelado: Es el proceso de levantar volumétricamente el proyecto. En trabajos de arquitectura interior o exterior ayuda desde el primer instante y con un simple vistazo a comprender el espacio e incluso a resolver posibles encuentros que en dos dimensiones no se aprecian con tanta facilidad.
Texturizado: El siguiente paso es desarrollar los materiales de los que están compuestos dichos volúmenes. Crear elementos de madera, hormigón, plástico, metal, piedra, etc. que resulten realistas lleva en muchos casos un minucioso trabajo de superposición de diferentes «mapas» que controlan la reflectividad difusa, la reflectividad especular, el brillo o su transparencia, por ejemplo. Esta fase del proyecto puede ser en muchos casos la que marque la diferencia de un render a otro, por ello haber decidido previamente los materiales concretos del proyecto y aportar referencias fotográficas o incluso poder acceder a referencias físicas es muy importante para luego poder recrearlos lo más fielmente posible.
Iluminación: Durante esta fase el modelo 3D cobra vida. Reproduciendo la iluminación que más se adecúe al proyecto se enfatizan sus materiales y sus valores, pudiendo además transmitir una sensación al espectador creando una atmósfera especial. No siempre una luz de verano con el sol vertical y sombras duras es la mejor para una infografía 3D ni un día nublado ha de ser triste.
Renderizado: «Para renderizar hace falta un ordenador potente». Es cierto. También es cierto que en los últimos años se ha evolucionado bastante en este aspecto, pero lo común sigue siendo contar con procesos de render de varias horas. Cuanta más volumetría, materiales complejos, vegetación, etc. más tiempo de renderizado. Es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de realizar el timeline y sobre todo tener en cuenta que los posibles cambios en el proyecto es muy recomendable realizarlos antes de esta fase, ya que si no se corre el riesgo de tener que volver a renderizar una vez más.
Postproducción: Del render 3D que genera el software al que resulta después de ser postproducido hay un salto cualitativo notable. En postproducción se mejoran aspectos como el contraste, el color o la exposición, se mejoran efectos como brillos y destellos y también se añaden otros detalles ambientales como personas, lluvia, etc.